El motor proyectual de esta reforma es la relación entre madre e hija. Espacios compartidos, todo es de todas.
Se genera un espacio dinámico donde en cualquier estancia confluyen actividades adultas e infantiles.
En Arquitectura pensamos que un hogar tiene que hablar de sus huéspedes. Se ha conseguido una vivienda fresca, versátil y funcional, adjetivos que la clienta encuentra en su canción favorita.
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